Los desastres naturales que han estado sucediendo en los últimos años nos deben llevar a reflexionar qué es lo que debemos hacer para cuidar nuestra casa común, que es el planeta.
Cada día leemos y escuchamos sobre los efectos del cambio climático en los seres vivos y el ambiente, tales como: el aumento del nivel del mar, las sequías en algunos lugares y las inundaciones en otros, el aumento de la temperatura, que está provocando la extinción de algunas especies y cómo todo esto está afectando la salud y el comportamiento humano. Entonces, debemos preguntarnos: ¿Qué acciones puedo hacer en mi casa, en mi trabajo, en mi lugar de estudios, con mi familia y amigos, para ayudar a revertir este proceso de destrucción de nuestro planeta?
Si logramos entender bien cuál es la relación entre la ecología interior, la ecología social y la ecología ambiental, podremos ejecutar acciones para cuidarnos entre todas las personas y a la vez proteger el ambiente.
En adelante, hablaremos de ecología humana (ecología interna y social) y la ambiental. Empezaremos diciendo que la ecología estudia la relación entre los seres vivos. La ecología humana se refiere a la interacción entre las personas y las culturas. La ecología ambiental estudia la relación entre los seres vivos con el ambiente.
Algunos de los principios que sustentan la ecología profunda hacen énfasis en una serie de afirmaciones que todas las personas debemos analizar:
La vida humana y no humana en nuestro planeta tienen una gran vinculación. Lo que realice la especie humana impacta directamente en el ambiente. Sin embargo, esa relación no puede ser de explotación, sino de una administración eficiente.
Los seres humanos no tienen el derecho a reducir la diversidad de especies, excepto para satisfacer sus necesidades vitales, pero al mismo tiempo se debe generar una obligatoriedad en la preservación de dicha biodiversidad
La interferencia humana en la actualidad es excesiva en la vida no humana (ambiente) y tiene un crecimiento cada vez más acelerado. Es indispensable desacelerar este proceso.
Las políticas actuales de cada nación deben contribuir a modificar las estructuras sociales, económicas, tecnológicas e ideológicas, de manera que contribuyan a mejorar la ecología humana y ambiental.
Se debe hacer un cambio ideológico que enfatice en la importancia de la calidad de vida de las personas, antes que en alcanzar un nivel socioeconómico más alto.
Sin lugar a dudas, con la industrialización se han acelerado los problemas relacionados con la ecología ambiental. En un afán de alcanzar el progreso y el desarrollo económico, los seres humanos destruyen la naturaleza y no se preocupan por revertir el proceso. Con el paso de los años, el deterioro del ambiente se notará cada vez más.
La ecología humana enfatiza en que se debe educar a la población para que las personas se relacionen de una manera empática, que puedan gestionar sus emociones, que puedan convivir armónicamente con los demás en cualquier espacio y que se respete la vida de otras especies. Empezar por el respeto a la vida humana se hace esencial para mejorar la interacción con el resto de los ecosistemas.