El Cambio Climático. Parte 1. Causas.

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A partir del año 2015, y a raíz de una serie de percances ambientales en las comunidades aledañas, en el Refugio de Vida Silvestre La Marta, dependencia de la Universidad Castro Carazo, se estableció un programa de capacitación en tres grandes capítulos para conocer y comprender las causas y los efectos del cambio climático, así como las posibles formas de colaborar en su mitigación, ya sea colectiva o individualmente.

Primera parte. El Efecto Prometeo. Objetivo: conocer las causas que han propiciado el drástico cambio del clima que inició a inicios del siglo pasado.

El nombre es alusivo a la famosa leyenda griega que nos recuerda el cruel castigo que sufrió el titán Prometeo, cuando le robó el fuego a los dioses del Olimpo para dárselo a los humanos para que fabricaran herramientas y armas, y así lograr su desarrollo y ser muy felices.

Hace 4.000 millones de años, nuestro planeta era una roca incandescente flotando en el espacio, con océanos de lava y una atmósfera compuesta casi totalmente por dióxido de carbono (CO₂), un gas muy tóxico y corrosivo. Pero un buen día, hace 485 millones de años, en medio de ese infierno, ocurrió un verdadero milagro de proporciones universales con la formación de la clorofila, una molécula que absorbe la energía de la luz y el CO₂, y convertirlo en oxígeno y en materia orgánica vegetal y animal.

Este proceso natural fue tan exitoso, que muy rápidamente las moléculas de la clorofila se organizaron y formaron las primeras plantas, que durante cientos de millones de años se encargaron de absorber el CO₂ y acumularlo en la madera de los árboles, en las coberturas de las algas llamadas diatomeas, y en las conchas de los más primitivos moluscos. Conforme todos estos seres iban muriendo, el CO₂ se iba acumulando por toneladas en enormes depósitos y yacimientos, y así fue como las plantas y moluscos transformaron la atmósfera en una mezcla de gases rica en oxígeno, que haría posible la explosión de miles de formas de vida sobre la superficie del planeta…

…hasta formar la biosfera, un conjunto integrado de seres vivos que actúa como un solo organismo, capaz de crear y regular su propio ambiente, adaptarse a los cambios externos y autorregenerarse, fenómeno que hasta la fecha no se ha logrado encontrar en ningún otro lugar del universo observado.

Hace apenas 2 millones de años, en el seno de la biosfera, aparecieron los humanos, quienes hace 400.000 años aprendieron a hacer y a dominar el fuego, con el cual comenzaron a quemar madera para calentarse, cocinar y alumbrar sus noches.

Miles de años después, los humanos descubrieron el carbón acumulado en yacimientos fósiles subterráneos y al quemarlo, producía un calor mucho más intenso capaz de fundir los metales, lo que les permitió confeccionar bisutería, herramientas y armas, iniciando un proceso de crecimiento vertiginoso que llevó hasta la revolución industrial que marcó un antes y un después en el desarrollo de la civilización.

Siglos más tarde, los humanos también descubrieron el petróleo, el gas y la cal, también materiales fósiles que se mantuvieron ocultos en enormes depósitos formados a lo largo de miles de millones de años hasta que descubrieron que, al quemarlos, podían satisfacer sus necesidades alimenticias, fabriles, de transporte y hasta de vanidad.

Es importante mencionar que la vanidad es una necesidad tan poderosa, que para satisfacerla desde hace miles de años los llevó a explotar y quemar la cal de los enormes yacimientos fósiles para producir esa sustancia pegajosa y blanca con la que recubrieron sus templos, pirámides, edificios y casas para verse más grandes e imponentes, costumbre muy arraigada aún en la actualidad en todo el mundo.

Tal vez la ironía y paradoja más grandes en la historia de la humanidad, es que la civilización ha alcanzado su actual y muy elevado nivel de desarrollo, del que tanto presume…

…a base de la quema de materiales fósiles que, aún hoy en día, le proporcionan a la humanidad el 85% de las necesidades energéticas para sostener su actual modelo de desarrollo.

Lo peor de todo es que apenas a medidos del Siglo XX, se descubrió que al quemar el carbón, el petróleo, el gas y la cal, todo el CO₂ acumulado durante 485 millones de años, se libera nuevamente el CO₂ a la atmósfera, como el genio de la lámpara, contaminando el aire y el agua con su toxicidad y acidez, con graves consecuencias para la biosfera.

En poco más de 100 años, la humanidad ya liberó el 30% del CO₂ que estuvo acumulado e inerte durante tanto tiempo.

Manuel Víquez Carazo. Director de Biodiversidad, La Marta Refugio de Vida Silvestre.

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