La Universidad Castro Carazo que hunde sus raíces en las primeras décadas del siglo XX, ha transitado hasta el siglo XXI guiada por los valores que inspiraron a su fundador Miguel Ángel Castro Carazo.
En la actualidad, enfrentando una realidad compleja que se caracteriza por diversos tipos de crisis: ambiental, cognitiva, civilizatoria, los valores fundacionales se convierten en tierra fértil para cosechar el pensamiento y las acciones para poder responder a los desafíos que se presentan.
En este momento histórico, la Universidad Castro Carazo tiene como norte: procurar que su comunidad educativa y social logre elevar la conciencia para cuidar la vida en el planeta.
De esta forma, todas las acciones institucionales se alinean hacia ese norte, potenciadas por dos diferenciadores fundamentales: el Modelo Educativo Ecoformativo y el Refugio de Vida La Marta, que al proteger la silvestre, protege también otras formas de vida.
En educación, cuando hablamos de Ecoformación no nos referimos a conceptos aislados, ni a una disciplina, ni a una materia individual. Aunque sí aludimos a la relación que se da entre los seres vivos y su ambiente – como tradicionalmente se define la ecología – ahora ponemos especial atención a la interdependencia entre esas relaciones. Porque ya no se trata solamente entender cómo son las relaciones, sino de comprender y de anticipar cómo se modifican o se alteran los seres vivos y su entorno, si cambian o se afectan esas relaciones. Vale la pena insistir en que no solamente se trata de los seres vivos en su entorno natural, sino también en su entorno social y cultural. Han sido los hermanos Odum (Eugene, biólogo, padre del concepto de ecosistema ecológico y Howard, ecólogo) quienes han ayudado a romper los límites disciplinares de la Ecología. Para ellos, ya no se trata de una rama de la biología, sino más bien de un área común donde se encuentran las ciencias biológicas, físicas y sociales.
El Modelo Ecoformativo de la Universidad Castro Carazo busca la formación de personas profesionales con una sólida formación disciplinar, y con una clara conciencia de la forma en que se puede modificar o alterar la vida, si se cambian o afectan las interrelaciones en los sistemas biológicos, sociales y culturales. Esta conciencia permite también entender cómo cuidar esas interrelaciones para proteger la vida.
Como un complemento estratégico para elevar la conciencia sobre la importancia de proteger la vida, la Universidad Castro Carazo custodia el Refugio de Vida Silvestre La Marta, que además de resguardar ecosistemas naturales secundarios y primarios, se convierte en un laboratorio vivo para aprender, comprender, vivenciar, experimentar, reflexionar, observar, investigar y explorar; para desarrollar el pensamiento sistémico y complejo; para ejercitar la escucha, cultivar las interrelaciones naturales y sociales; y procurar el equilibrio de la ecología interna.
Al custodiar un Refugio de Vida, la Universidad Castro Carazo predica con el ejemplo: el propósito de la educación debe ser elevar la conciencia para cuidar la vida en el planeta. Todas las formas de vida.