Actitud. La actitud del ser humano ante la infinita complejidad y misterio del bosque se puede explicar de manera tal que al adentrarse a la montaña debe hacerse con profunda humildad y respeto, en paz y total armonía con nuestro grupo y consigo mismos, y solo así todos los sentidos podrán descubrir y disfrutar de mil sensaciones nuevas y fascinantes. Por el contrario, una actitud desafiante y arrogante en contacto con la Creación, solo causará conflictos, dudas y confusión y justo en ese momento es cuando el cuerpo flaquea, el ánimo desfallece, las rutas se pierden y el temor se apodera de la mente. Y aunque la ciencia aún no ha logrado explicar por qué, lo cierto es que la soberbia no tiene cabida en donde la armonía y la paz son absolutas. Manuel Víquez Carazo. Director de Biodiversidad, La Marta Refugio de Vida Silvestre.