Abejones o escarabajos. Tradicionalmente menospreciados, estos insectos cumplen un rol demasiado importante en el delicado equilibrio de la naturaleza ya que sus larvas son los conocidos “jogotos” de vida totalmente subterránea que se alimentan de raíces, con lo cual controlan muy eficazmente la sobrepoblación de plantas invasoras o genéticamente débiles. Al madurar estas larvas, se convierten en adultos sexualmente fértiles (imagen) y salen a la superficie con el único objetivo de aparearse antes de morir a los pocos días, y algunas especies ni siquiera tienen aparato bucal para alimentarse. Manuel Víquez Carazo, Director de Biodiversidad. La Marta Refugio de Vida Silvestre.