Lagunas. En las zonas tropicales húmedas, una importante variedad de animales y plantas dependen y necesitan de lagunas de agua quieta y templada para nacer, alimentarse y aparearse o reproducirse adecuadamente, lo cual enriquece a los ecosistemas locales y fortalece las múltiples e intrincadas redes alimenticias que existen en los bosques. Por tal motivo, y sin importar su extensión, en todo proyecto de educación ambiental y conservación siempre debe de existir al menos una laguna natural o artificial con agua fresca y corriente. A partir del momento en que una laguna se rehabilita o establece, como por arte de magia, comienza a ser habitada y poblada por muchos tipos de animales, plantas acuáticas y algas, atraídos por un ambiente que probablemente no encuentran en muchos kilómetros a la redonda. Manuel Víquez Carazo. Director de Biodiversidad, La Marta Refugio de Vida Silvestre.