Árboles muertos en pie. Cada vez que un árbol muere en pie por una o varias de las infinitas causas posibles, su tronco y copa se mantienen en el mismo sitio por algún tiempo antes de descomponerse y caer, ofreciendo alimentación, refugio y hospedaje temporal a una incontable variedad de formas de vida, muchas de las cuales a través de millones de años se han especializado y adaptado para vivir y alimentarse de los tejidos muertos del árbol y en diferentes estados de descomposición. Desde que nacen hasta que mueren, los árboles hacen posible la existencia de miles de formas de vida y asociaciones ecológicas increíblemente complejas. Manuel Víquez Carazo. Director de Biodiversidad, La Marta Refugio de Vida Silvestre.