Tuve la dicha de trabajar en los dos sitios mÔs estudiados en los trópicos a nivel mundial, la Isla de Barro Colorado en PanamÔ, y la Estación Biológica La Selva en Costa Rica. Aquà aprendà que la ruta adecuada para conservar la naturaleza, es educar a niños, jóvenes y adultos en temas de conservación, pero mÔs aún, despertar un compromiso social de cuidar mejor el planeta.
NO hemos hecho un gran trabajo cuidando nuestra casa, los incendios, sequĆas e inundaciones son mĆ”s frecuentes. Y creo firmemente que, con educación enfocada en la conservación, podemos mitigar un poco el daƱo que le hemos hecho al planeta.
No es tarea fÔcil, todo cambio inicia con dar el primer paso, pero, aunque el camino sea largo, en La Marta late en nuestro corazón el compromiso de educar para cambiar, de educar para comprometer, y de educar para preservar todo tipo de vida.