CambiƩ los tacones por botas con barro

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CambiƩ los tacones por botas con barro


Mariechen Lang Alvarado
Vicerrectora de La Marta
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Cambié mis tacones altos por botas con barro, y descubrí mi pasión por cuidar el alma de Costa Rica: sus bosques y su naturaleza.

Hace 30 aƱos trabajo, soy administradora y hotelera. La mitad de ese tiempo trabajĆ© para grandes compaƱƭas, multinacionales, cadenas hoteleras, tuve oficinas lujosas, reuniones en restaurantes 4 tenedores y en hoteles 5 estrellas, usaba vestidos sastres, blusas de seda y perfumes caros, pero siempre me cruzaba por la mente Āæā€œquĆ© estoy haciendo aquĆ­, en quĆ© estoy contribuyendo con la sociedad, con el mundoā€?

Por muchos aƱos busquĆ© esa respuesta, sin encontrarla, hasta que un dĆ­a el destino me presentó a uno de mis grandes amores ā€œel bosque tropicalā€. Me fui a vivir al Caribe Sur, justo dentro de un Ć”rea protegida. Desde ahĆ­, mi cariƱo por la naturaleza fue creciendo, al igual que la necesidad de protegerlo. No tenĆ­a mucha plata para poder hacer grandes donaciones para la conservación, pero si tenĆ­a una herramienta poderosĆ­sima y que no me costaba nada, y era la de transmitir mis conocimientos acerca de la importancia de cuidar el bosque. AsĆ­ que a cuanta persona conocĆ­a, intentaba hablarle de lo importante de no cazar, ni talar Ć”rboles, tampoco de contaminar rĆ­os o de pescar en Ć©poca de veda.

Tuve la dicha de trabajar en los dos sitios mÔs estudiados en los trópicos a nivel mundial, la Isla de Barro Colorado en PanamÔ, y la Estación Biológica La Selva en Costa Rica. Aquí aprendí que la ruta adecuada para conservar la naturaleza, es educar a niños, jóvenes y adultos en temas de conservación, pero mÔs aún, despertar un compromiso social de cuidar mejor el planeta.

Ahora que llego a La Marta, como su Vicerrectora, tengo otra gran oportunidad de aportar mi granito de arena diseñando y ejecutando proyectos que generen un compromiso en sus visitantes, de cuidar mejor al planeta. Todos somos un ecosistema, personal, social y ambiental; y en este ecosistema, La Marta estÔ llamada a tener parte activa y ser un actor mÔs en pro de formación académica, para preservar la vida de todos los seres del planeta y de sus recursos naturales.

NO hemos hecho un gran trabajo cuidando nuestra casa, los incendios, sequías e inundaciones son mÔs frecuentes. Y creo firmemente que, con educación enfocada en la conservación, podemos mitigar un poco el daño que le hemos hecho al planeta.

Una vez escuché a una CEO decir que para ella todo lo que no tenía acceso a HBO era una zona salvaje, peligrosa e incómoda, y que el bosque era innecesario para el ser humano. ”Uy, me dejó con un dolor en el corazón tan grande! He encontrado personas con menos formación académica que saben, viven y sienten el amor por la vida y el respeto por todos los seres que formamos este ecosistema del planeta Tierra.

No es tarea fÔcil, todo cambio inicia con dar el primer paso, pero, aunque el camino sea largo, en La Marta late en nuestro corazón el compromiso de educar para cambiar, de educar para comprometer, y de educar para preservar todo tipo de vida.

lamartaorg
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